SEGUN LA PRENSA.

Esto es lo que ha dicho la prensa sobre el clásico del astillero:

Jugadas las cinco primeras fechas del campeonato ecuatoriano de fútbol, Emelec y Barcelona confirmaron que están divorciados con las redes, por lo que no resulta extraño verlos en los últimos lugares de la tabla de posiciones.
Aunque a los azules aún les falta jugar el partido (ante Deportivo Cuenca) que se suspendió por lluvia, las estadísticas dejan al desnudo las limitaciones de los equipos, que ayer volvieron a firmar un empate sin goles, en el clásico disputado en el estadio Capwell ante una aceptable asistencia.
En nueve partidos jugados (entre los dos equipos), apenas han marcado tres goles y uno de ellos de penalti.
Ayer, parecía que el asunto iba a cambiar.
El ambiente festivo que se vivía en los minutos previos al pitazo inicial, con la lluvia de papel picado, el humo de las bengalas (supuestamente prohibidas) y el sonido de los tambores en todos los rincones del escenario, auguraban un clásico de ñeque y remezón, pero la euforia que el hincha mostraba en la cancha no contagió a los jugadores.
Solos los chispazos de talento que Mike Rodríguez o Facundo Coria mostraron durante algunos pasajes del partido lograron romper la monotonía de un partido que pintó de cuerpo entero la triste realidad de los equipo guayaquileños, que en lo que va de la temporada aún no conocen la victoria.
Tan baja fue la producción ofensiva de los del Astillero, que la primera jugada de relativo peligro recién se produjo en el minuto 28, cuando Mike Rodríguez se aprovechó de un descuido de Carlos Quiñónez, para cabecear un balón que salió apenas desviado.
Poco después, el mismo Rodríguez exigiría al golero Marcelo Elizaga, quien -con la ayuda del parante- evitó que su portería sea vulnerada.
Emelec intentó responder, pero no contó con los argumentos para inquietar al rival, porque los delanteros JoaoRojas y Jorge Torales no contaron con el abastecimiento necesario de la línea de volantes, donde Polo Wila y David Quiroz fueron los puntos más bajo.
En la etapa complementaria Coria pudo haber tenido un justo premio a su tesón y entrega, pero Óscar Bagüí desvió en la raya de sentencia un disparo del argentino, a la salida de un tiro de esquina ejecutado por el paraguayo FabioRamos.
El técnico Benito Floro se mantuvo fiel a su apuesta por los ‘chavales’, porque incluso en los tres cambios que hizo ingresó a juveniles.
Al final, un empate que dejó un sabor amargo en los cerca de 17.000 hinchas que asistieron al estadio Capwell y que se retiraron del lugar sin la satisfacción de celebrar la primera victoria de sus equipos en lo que va de la temporada. (MGD)

Opniones

“Al equipo le falta fuerza en todos los sentidos. Puede sonar como excusa, pero nos falta trabajar”.
Gabriel Perrone,
Técnico de Emelec

“Lo único que me deja tranquilo es la actitud de los jugadores y si un resultado es de ganancia también”.
Benito floro
Estratega de Barcelona